miércoles, 1 de enero de 2014

Comienza un año nuevo

Comienza un nuevo año y dejamos atrás el 2013 con la esperanza de que esta vez sí logremos iniciar nuestra recuperación.
Desespera ver que el gobierno mantiene su empeño en el recorte, sobre todo de derechos, lo que nos sigue  llenando de inquietud. El dinero va y viene, pero construir una organización social justa y solidaria cuesta mucho esfuerzo, y destruirla no cuesta nada. En estos dos años hemos visto cómo se esfumaban o se mermaban derechos que hasta ahora creíamos irrenunciables.
En la gestión municipal, con la excusa de abusos o ligerezas pasadas, se nos imponen hoy restricciones de consecuencias insospechadas y en un momento delicado para muchas familias. Me pregunto de qué nos sirve dotarnos de estos sistemas de organización social si en los malos momentos no son capaces de protegernos y ayudarnos a resistir. 
La desconfianza en las instituciones se afianza. Los legisladores parecen olvidar que aquellas existen porque los ciudadanos las hemos creado. Están al servicio de la sociedad y no al revés. Lo mismo ocurre con cualquier organización o sistema, si no sirve a las personas, en plural, ¿qué sentido tienen?
Como alcalde no puedo conformarme. Por eso este año 2013 desde el gobierno municipal, nos hemos dedicado a intentar dotar de sentido a esta organización que nos hemos dado entre todos los alborayenses. El Ayuntamiento debe servir a todos y todas. No a un partido ni a una persona, no a mis intereses personales, no a mis objetivos particulares, ni a los intereses de los grupos más influyentes,  sino a todos y todas. Hemos intentado priorizar lo más urgente (cosa nada fácil de decidir) y elegir lo más beneficioso para la comunidad, aunque incomode o posponga las demandas de quienes acostumbran a ponerse siempre por delante.
Algunos han abandonado porque esa filosofía de trabajo no es la que les conviene. Otros dudan en comprometerse demasiado en cosas de las que no han de sacar un beneficio político claro o que tal vez puedan empañar su imagen.
Nuestras propuestas intentan responder al necesario equilibrio económico, pero poniendo la maquinaria al servicio de cada uno de los habitantes de este pueblo y buscando una solución lo más apropiada y justa posible a cada problema general o particular. Seguro que cometemos equivocaciones. Muchas o pocas, lo deben juzgar ustedes, pero a quienes nos advierten de nuestros errores y a quienes nos ayudan a superarlos, mi más sincero agradecimiento.
Para el 2014 solo tengo una certeza, que entre todos saldremos adelante, pero hay que lograrlo sin dejar atrás a nadie y ese ha de ser nuestro empeño.

Feliz Año Nuevo

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